Aurora (23/04/2009): La vigencia del idioma ladino: Autor: Dr. Alejandro Yabes, Bet Shemesh - Al terminar el Seder, mis hijos me piden ``Papá, el cavritico; Papá, el cavritico''. Esto es, la versión ladina de Jad Gadya. Y yo, como lo recuerdo de mis padres y abuelos (z''l), lo canto: ``Un cavritico, que lo merco mi padre, por dos levanim, por dos levanim''.
Claro, a mis hijos, hebreo y castellano (no ladino) parlantes, con herencia compartida sefardí y ashkenazí, hay palabras que les resultan graciosas: ``Y vino el perro y modrio al gato''... ``Y vino el palo, y ajarvo al perro''... ``Y vino la agua y amato al fuego''... ``Y vino el boy y se bevio el agua''.
Soy consciente de que mis desafinados cantos son en un idioma muerto, o en un avanzado proceso de agonía. El ladino ya no es utilizado por nadie. Tal vez quede algún anciano, muy anciano, en los antiguos enclaves de olim turcos de Yehud o Lod que lo hable. Sus hijos, sin duda, no. Sus nietos, ni que hablar (valga la redundancia).
No sé si en las muy constrictas comunidades judías de Turquía o Grecia alguien lo recuerda. Si lo hacen, son seguramente los últimos.
La otra gran lengua judía diaspórica, el idish, tiene su reservorio: Los ortodoxos ashkenazitas, para los cuales es el idioma del hogar, de la calle y del estudio en las ieshivot y Kolelim. >>> Leia mais, clique aqui.
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